Te habrán venido las imágenes más desagradables de los meses de calor cuando has leído eso de “plagas de verano”: avispas revoloteando por puntos húmedos, mosquitos que no te dejan dormir, moscas que no te molestan al comer, cucarachas que provocan la mayor de las repugnancias u hormigas que nunca parecen irse del todo.
Lo de menos es lo desagradables que resultan a la vista. Son peores las enfermedades que pueden transmitir o el dolor que causan las picaduras de algunas de estas plagas. Hay que poner remedio.
Cómo evitar las plagas de verano
-
Sin residuos en casa
En verano hay que vaciar el cubo de basura todos los días, así como limpiar la mesa y barrer el comedor cada vez que se haga uso de él. Los restos de comida atraen insectos y pequeños roedores que no queremos ni ver aparecer.
También hay que evitar que haya agua estancada, así que ojo con los atascos y con no proporcionarle a la piscina el mantenimiento que necesita.
-
La infraestructura a punto
Es momento de revisar si hay alguna grieta que sellar en la pared, o si los canalones y alcantarillas tienen alguna obstrucción por exceso de suciedad. Una empresa especializada será de utilidad.
-
La limpieza es crucial
Nos referimos también, claro, al polvo o al pelo de animal, como perros o gatos que se tengan en casa.
-
El jardín bien cuidado
Un jardín con mucha mala hierba es el escondite perfecto de estos pequeños animales. De no arreglarlo, te puede costar una multa por poner en riesgo la salud pública o, cuanto menos, una discusión con los vecinos.
-
Desinfección, fumigación, desinsectación
Destruir microorganismos patógenos, fumigar con un gas especial y renovar los plaguicidas para garantizar su efecto es lo que hará una empresa especializada con las plagas de verano.