Muchos pueden pensar que con la llegada del frío, todas las plagas desaparecen y podemos sentirnos seguros ante cualquier invasión indeseada. Pero hemos de tener claro que existen las denominadas plagas en invierno, dado que precisamente la llegada del frío provoca que muchos insectos busquen un refugio en las zonas más cálidas de la casa, por ello es necesario no bajar la guardia.
Plagas de invierno: ¿Cuáles son las más comunes?
Las plagas de invierno pueden complicarse si no se les presta la atención que requieren. Aunque uno mismo pueda pensar que tiene la capacidad para acabar con la invasión que sufre, lo cierto es que la mejor solución para erradicarlas es contar con el apoyo de una empresa de desinfección profesional que sepa detectar el origen del problema.
Las plagas de invierno más habituales son las que se detallan a continuación:
Plagas de termitas
Estos insectos son devoradores de madera y se mantienen activas durante todo el año. Su lugar favorito es el interior de los edificios, pues les ofrece las condiciones necesarias para sobrevivir. Son el terror de los muebles, por lo que es difícil detectarlas antes de que hayan vaciado todo el esqueleto.
Plagas de chinches
Hace décadas era una plaga muy común, aunque conforme hemos avanzado en el aislamiento su reducción ha sido drástica. Aunque por desgracia desde hace pocos años, han vuelto a repuntar por motivos variopintos en diferentes localidades. Se adaptan a cualquier medio, pero adoran las zonas calientes, de ahí que sea frecuente encontrarlas en colchones durante las épocas de frío.
Plagas de arañas
Por suerte la mayoría de las arañas que se encuentran en las casas no son peligrosas, y pueden volverse una presencia frecuente en rincones y techos durante los meses más fríos del año al buscar zonas calientes de refugio en las que pasar el invierno.
Plagas de cucarachas
Las cucarachas pueden que sean los insectos más repudiados en la mayoría de los hogares y tienden a acceder a la vivienda por zonas húmedas como baños y cocina, llegando a suponer un inconveniente, puesto que llegamos a encontrarlas en cualquier punto de la casa sin miramientos.