¿Qué es la legionelosis?
La legionelosis es una infección provocada por la bacteria Legionella. La enfermedad se puede mostrar a través de dos formas: la fiebre de Pontiac y la enfermedad del legionario. La fiebre de Pontiac sí tiene rápida curación mientras que la enfermedad del legionario puede afectar a las vías respiratorias y los pulmones, aunque puede implicar a otros órganos.
La legionelosis es una enfermedad descrita en 1977 aunque hasta 1990 no comenzó a detectarse con eficacia hasta 1990 cuando se introdujo un test a partir de la orina. En la actualidad esta enfermedad es la tercera causa en frecuencia de neumonía bacteriana.
¿Dónde se halla la Legionella?
Esta bacteria es muy resistente, de manera natural se encuentra en aguas superficiales: lagos, ríos y estanques. Su temperatura óptima de crecimiento es de 35 a 37 grados y habitualmente encuentra condiciones óptimas para su reproducción y diseminación en los sistemas de abastecimiento y distribución de agua de las grandes ciudades.
Instalaciones como las cisternas de agua, los sistemas de instalación de agua para consumo humano, las torres de refrigeración o las centrales humidificadores industriales pueden facilitar el estancamiento de agua, lo que contribuye a que prolifere la Legionella.
¿Cómo se transmite la Legionella?
La forma más frecuente de transmisión de la bacteria es por inhalación, a través de gotas de agua dispersas en el aire que permiten que la bacteria llegue al aparato respiratorio. En cualquier caso, la Salmonella no se transmite de persona a persona, ni de animales a personas, no por beber agua o ingerir alimentos contaminados.
La bacteria puede transmitirse por aspiración de agua potable contaminada, algo que ocurre de manera frecuente en el ámbito hospitalario.
La legionelosis puede ser hospitalaria o asociada a los viajes. Una tercera opción de diagnosis es la legionelosis extrahospitalaria.
¿A quién afecta esta enfermedad?
En España, el Informe de la situación de la legionelosis en España en 2015 notificó que en ese año se produjeron 1.310 casos de legionelosis, un porcentaje más alto que el del año anterior. La incidencia en hombres es 2.6 veces superior a la de la mujer.
Los síntomas de la legionelosis
El periodo de incubación de la enfermedad varía en gran medida de un caso a otro y suele ser de dos a diez días. Los síntomas más comunes son: malestar general, dolor de cabeza, fiebre, dolor articular y muscular, tos, problemas para respirar, dolor en el tórax, problemas de equilibrio o confusión entre otros.
Si no se trata a tiempo, esta enfermedad puede causar la muerte. Algunos factores de riesgo para padecer legionelosis son tener una edad avanzada, ser varón, sufrir alcoholismo o ser fumador, padecer enfermedades como insuficiencia renal o diabetes, sufrir insuficiencia cardiaca o alguna enfermedad pulmonar crónica o estar bajo algún tratamiento con medicamentos o sustancias que debilitan el sistema inmunológico.
¿Cómo tratar la infección por Salmonella?
El tratamiento de esta enfermedad consiste generalmente en la administración de antibióticos, y en algunos casos este tratamiento puede durar varios meses.
La legionelosis no puede prevenirse a nivel mundial, pero sí pueden controlarse los brotes aplicando medidas higiénico sanitarias en las instalaciones implicadas.
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